Christophe Maquet, director de la actividad Energía de Veolia en Japón
¿Por qué motivos se aliaron con Takeei?
Tenemos una fuerte presencia en Japón desde el año 2002, especialmente en el campo del agua. En 2014 Takeei, un grupo potente del sector de los residuos industriales que quería diversificarse hacia la biomasa, se puso en contacto con nosotros. Por nuestra parte, acabábamos de adquirir Dalkia International, y podíamos desarrollarnos en Japón en el mercado de la energía vía una estructura Veolia integrada. El timing era favorable para esta colaboración.
¿En qué proyectos habían colaborado?
Takeei había desarrollado dos proyectos. El primero, situado en Hirakawa, ya estaba en construcción. El segundo, en Hanamaki, estaba en proceso de gestación. Las referencias importantes de Dalkia en la biomasa y las redes de calor aportaron un gran valor añadido a Takeei. La central de biomasa de Tsugaru, en Hirakawa, entró en funcionamiento hace seis meses y Takeei está muy satisfecho de sus resultados. El proyecto de Hanamaki, en el que estábamos más involucrados, especialmente en su diseño, está previsto que arranque en diciembre de 2016.
¿Qué diferencias hay entre esta colaboración y una relación cliente-operador habitual?
En el esquema clásico, Veolia hace el papel de operador para un cliente o es propietaria de la instalación. En este caso se trata de una mezcla de los dos casos. Además de operadores, también poseemos el 30 % de la sociedad que gestiona los activos. Takeei posee el 30 % de las operaciones, así que los intereses de las dos partes están estrechamente ligados. De hecho, trabajamos en equipos comunes cuando debemos reunirnos con un constructor, una ciudad o un proveedor de biomasa. Vamos más allá de nuestro simple contrato de operador, por ejemplo, aportando recomendaciones a Takeei sobre la gestión del sector de la biomasa. Nuestros destinos están unidos.
