En Ecuador, solidaridad sin descanso

El pasado 16 de abril un seísmo inusualmente devastador azotó Ecuador. Además de las pérdidas humanas, el terremoto hizo estragos en las infraestructuras de agua potable. Ante la gravedad de la situación, voluntarios de Interagua (filial de Veolia en Ecuador), bajo la dirección de Ricardo Arias, se unen a Veoliaforce y a sus unidades móviles de tratamiento de agua.

Published in the dossier of Noviembre 2017

Cuando falta agua, la solidaridad debe desplegar sus recursos. La catástrofe que asoló el noroeste de Ecuador necesitaba ayuda con urgencia y la movilización de profesionales como Ricardo Arias

El seísmo en cifras

Un seísmo de una magnitud de 7,8, el más potente desde hace 40 años, ha dejado más de 650 víctimas en el Norte del país y 26.000 ecuatorianos sin hogar.
7.000 edificios destruidos. El coste de la reconstrucción se estima en 3.000 millones de dólares.
En la provincia de Manabí, una de las más devastadas, el 90 % de la red de agua potable quedó inoperativa.

Responsable de las estaciones de saneamiento de Interagua, filial de Veolia en Guayaquil. El compromiso fue inmediato. “En nuestro país, muy expuesto al riesgo sísmico, la cooperación tiene un papel crucial”, afirma. El día siguiente al terremoto Ricardo se pone al frente de un equipo de cuatro voluntarios de la empresa. Codo a codo con los voluntarios de Veoliaforce enviados por la Fundación Veolia, actuarán en Calceta y en Chone, dos ciudades cuya población ya no tiene acceso al agua potable.
Durante un mes y medio Ricardo y su equipo ofrecieron ayuda continua, turnándose con cuatro unidades Aquaforce 500 y 5000*. Los voluntarios ecuatorianos, formados para la gestión de estas pequeñas plantas de tratamiento de agua, coordinan la producción de agua potable, adaptándose a las características del terreno.

“En Chone nos enfrentamos a problemas en materia de captación. La fuente, un pozo artesanal, no estaba adaptada y requería un control estricto de la calidad del agua tratada.”

Veoliaforce

Creada en 1998 , la fuerza de intervención humanitaria de la Fundación Veolia puede contar con las competencias de 500 colaboradores para misiones de ayuda humanitaria a través del mundo.
Después del terremoto del 16 de abril, 5 ingenieros y 21 toneladas de material acompañaron al equipo militar movilizado por el Estado francés.

 

Durante el tiempo en que se trabajaba para volver a hacer funcionar las plantas de producción y las redes, los medios humanos y técnicos implementados permitieron asistir a la población en un radio de varias decenas de kilómetros, con la colaboración del ejército, los gobiernos locales y la autoridad pública encargada de la gestión del agua. La misión de Ricardo Arias acabó en junio, dejando sitio a las intervenciones en las infraestructuras. Aunque su trabajo no acaba aquí:

“Continuaré aportando mi ayuda siempre que sea necesario”, indica.